viernes, 26 de diciembre de 2014

Actualidad de los mormones y sucesión en su cúpula


Aunque ha sido largamente tratado en anteriores ocasiones, volvemos sobre la renovación del profeta mormón, líder de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IJSUD) con un artículo que ha publicado recientemente el Diario Siglo XXI, firmado por Isaac Bigio.

Mitt Romney ha sido el primer mormón que ha disputado seriamente ser el líder del partido de Bush. Antes del “Súper Martes” él llegó a ser el precandidato republicano que más Estados había ganado. Sin embargo, el 29 de Enero murió el presidente de su iglesia, Gordon Hinckley, y su suerte, por muy extraña coincidencia, se revirtió.

Tras que el 5 de Febrero Romney no obtuviera buenos resultados, él suspendió su postulación. El 10 de Febrero los mormones acaban de nominar a Thomas S. Monson como su nuevo presidente. Examinaremos la importancia de esta iglesia, el legado del difunto Hinckley y las tareas que Monson tiene pendientes. 

La muerte del profeta mormón y su legado

El domingo 27, los mormones, mientras aún saboreaban el hecho que Mitt Romney se convertía en el primer correligionario suyo en estar encabezando las internas de uno de los grandes partidos norteamericanos, se enteraron que había fallecido su Presidente Gordon Hinckley. George W. Bush le homenajeó diciendo que él “le extrañará por su amistad y sabiduría”. Hinckley fue uno de quienes transformó al mormonismo en una de las religiones que más influencia a Washington y que proporcionalmente más crece en el mundo.

Hinckley, quien murió lúcido a los 97 años de edad, fue el líder más anciano de cualquier credo o país. Él ha sido, para algunos, el más importante de los quince presidentes que ha tenido su “Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días” después de sus dos grandes fundadores: Joseph Smith (1805-1844) y Brigham Young (1801-1877).

La mormona se diferencia del resto de religiones en que ésta nació en EEUU afirmando que Jesús revivió allí y convirtiéndose desde un inicio en un movimiento político, el mismo que lanzó a su fundador como candidato presidencial. Dicha iglesia se fundó en Nueva York en 1830 planteando tener un nuevo testamento (“El Libro de Mormón”) según el cual Cristo resucitó en las Américas convirtiendo a todos sus pobladores, los mismos que seis siglos atrás habían provenido desde Israel.

Los inicios del mormonismo

Sus seguidores se fueron moviendo hacia el oeste hasta que impulsaría Nauvoo, quien sobrepasaría a Chicago como la ciudad más grande de Illinois. Esta estaba bajo su dominio y desde allí Smith proponía crear un nuevo Sión, abolir la separación entre iglesia y Estado, formar una “demo-teocracia” y postular a la presidencia. Después que en 1844 Smith fue asesinado, sus fieles se escindieron y su principal rama siguió a Young hasta Utah donde los mormones decidieron establecer un Estado autónomo bajo sus leyes religiosas. Los mormones desde un inicio tuvieron sus propios grupos armados que chocaban con sus perseguidores y que luego ayudaron a EEUU a anexionarse

Utah, California y el norte de México. Young fue el primer gobernador de Utah y desde su cargo en 1852 legalizó la poligamia, bajo la cual llegaron a vivir un tercio de las mujeres mormonas. En las elecciones de 1856 los republicanos llamaron a acabar con las dos plagas de la poligamia y de la esclavitud, con lo cual atacaban a Utah mormona por alentar a la primera y por no condenar a la segunda. En 1857 el nuevo presidente Buchanan lanza tropas sobre Utah lo que produce que el 11 de Septiembre de dicho año destacamentos mormones asesinen a 140 civiles rendidos y a que Young sea removido de su cargo. En 1997, cuando se cumplió el 150 aniversario de dicha matanza, Hinkcley tuvo el coraje de ir allí aunque no hizo ninguna apología. 

Desde 1857 iría creciendo la presión sobre los mormones, la cual llevaría a quitarles derechos electorales o a confiscarles propiedades. En Utah, cuyos territorios constantemente le eran mutilados, ellos organizaron su propio partido (el popular) contra sus contrincantes (liberales). Sin embargo, en 1890 el mormonismo da un giro radical proscribiendo la poligamia y buscando alejarse del comunitarismo y del reino político, con lo cual ellos empezaron a ser considerados como otra iglesia más promotora de los “valores americanos”. Seis años después Utah llegaría a ser reconocida como un Estado. 

Hacia el republicanismo

Los mormones disolverían a su Partido Popular hasta terminar abrazando en su gran mayoría al que inicialmente tanto les atacó: el republicanismo. En la jerarquía mormona lo más alto es el Presidente, el cual es considerado un profeta que recibe directamente revelaciones de Dios y quien es usualmente el miembro más adulto de su “Quórum de los doce apóstoles”.

Durante tres décadas, desde 1903 a 1933, dicha directiva aceptó que uno de sus apóstoles (Reed Smoot) fuera senador republicano por Utah. Luego Ezra Taft Benson, siendo uno de los doce apóstoles, sería ministro de agricultura y una de las figuras más conservadores del gobierno republicano de “Ike” Eisenhower (1953-61). Entre 1985 y 1994, él sería el Presidente del mormonismo mientras que Hincley sería su segundo.

Según reconoce la extensa Enciclopedia Mormona publicada por dicha congregación, el 69% de los mormones son republicanos, partido en el cual ellos se sienten más a gusto debido a su conservadurismo. En las internas norteamericanas del 2008 el estado que más ha votado por un candidato ha sido Utah donde el 90% de los republicanos sufragaron por Romney.

Durante las administraciones de Reagan y los dos Bush varios importantes cargos han estado en manos de los mormones. Hinckley apoyaría con todo la invasión a Iraq y en el día de su 94 cumpleaños recibiría de parte de Bush la mayor condecoración civil de EEUU: la medalla presidencial de la libertad. Cuando Romney quiso competir en las internas republicanas le pidió permiso y consejo a su profeta Hinckley quien le dio la venia diciendo que sería una buena experiencia tanto si ganara como si perdiera.

La importancia de Hinckley en la “globalización” del mormonismo

Hinckley nació en Salt Lake City, la capital de Utah y del mormonismo, en 1910 y toda su vida la dedicó a la fe suya y la de sus antepasados quienes co-fundaron dicho credo. En 1961 él llegó a ser uno de sus doce apóstoles; desde 1981 sirvió en la Presidencia como uno de los dos consejeros que rodean al profeta y desde 1995 heredó la Presidencia. En 1978 él fue uno de los dirigentes mormones que abolió el veto que su iglesia tenía hacia las personas de color para que pudiesen ser sacerdotes. Según sus originales creencias los mormones creen que el oscurecimiento de la piel se da cuando se entra en pecado.

En los 46 años que él estuvo en el quórum de los doce apóstoles, su iglesia saltó de tener menos de dos millones de fieles en el mundo hasta llegar a sobrepasar los trece millones de éstos. Cuando él llegó a la Presidencia sus seguidores crecieron a la razón de un millón cada trienio. Según un análisis en la revista Time, de continuar ese ritmo, el nieto de Hinckley pudiese ver que en el mundo llegase a haber 280 millones de mormones.

En el último cuarto de siglo antes de llegar a la cabeza de su iglesia su rol fue muy importante pues él solía hacer muchas de las tareas de sus superiores quienes tenían problemas de salud.bCuando él llego a la presidencia mormona su iglesia tenía 47 Templos (equivalentes a las catedrales) en todo el mundo. La mitad de estos habían sido dedicados por Hinckley y él en su docenio se llegaría a tener 124 templos en todo el mundo (con otros doce en construcción). En su Presidencia el número de mormones creció en un 50% en todo el mundo y por primera vez su religión lograría tener más adeptos fuera que dentro de EEUU.

Hinckley lograría llegar a nuevas y amplias audiencias apareciendo en importantes entrevistas de TV y lanzando un mensaje cuando su ciudad natal y sede de su iglesia sería en el 2002 la capital de las olimpiadas de invierno. El buscó presentar una cara nueva y atractiva a una iglesia, a la que muchos cristianos la han llegado a considerar como la más racista y machista que ha habido. Esa imagen le costó al mormón no poder llegar a ser el candidato de los demócratas pues Carter le cerró acusándole de segregacionista. Si bien todos los doce apóstoles usualmente siempre han sido norteamericanos varones, blancos y angloparlantes, él explicaba que no sabía por qué su credo había demorado tanto en levantar el veto a que los negros sean sacerdotes y que ellos ahora sí podrían llegar a las instancias más altas de su congregación.

Hinckley ha ido buscando acercar a la suya con otras iglesias. Al igual que los evangelistas, le dan importancia a la familia (a la cual dicen que ellos buscan mantenerla hasta en la otra vida) y a oponerse fuertemente a la homosexualidad y al aborto. Intentando mostrar ese cambio la palabra “Jesucristo” dentro de su nominación oficial queda resaltada por encima del resto. Con Hinckley los mormones se han convertido en la cuarta organización religiosa más grande de EEUU. Por primera vez éstos han sobrepasado el millón de fieles en otros países fuera de EEUU como Brasil y México, y también han llegado a ser la mayor religión en una nación (Tonga).

Los mormones han sido uno de los puntales de Bush y del ala derecha pro-militarista del Partido Republicano. Con su prédica que los primeros americanos y polinesios son una de las tribus perdidas de Israel ellos han ido calando en esas poblaciones creando un puente entre éstas y los sectores más conservadores de Washington.

El mormonismo siempre ha tenido un rol político importante en la mega-potencia. Primero ayudó a ésta a colonizar el Oeste y a que EEUU ganase guerras contra México y los nativos. Luego de haber sido retrógrados ante las mujeres y los afroamericanos han buscado ser uno de los canales del tradicionalismo norteamericano y uno de los principales impulsores de movimientos pro-EEUU en el resto del mundo. Hoy representan una forma de fundamentalismo religioso que secunda totalmente a Washington en la guerra contra el fundamentalismo islámico.

La nueva presidencia

Mientras la Iglesia católica nomina a un Papa reuniendo a sus cardenales de todo el mundo en un cónclave donde se presentan varios candidatos, los mormones tienen una estructura predecible. Una vez que muere el Presidente se reúne el quórum de los doce apóstoles (los cuales son casi todos norteamericanos) y coronan al mayor de todos. El Presidente mormón es revelador, vidente y profeta que dialoga con Dios y cuyas órdenes tienen toda la autoridad divina. El puede cambiar reglas importantes (como eliminar la poligamia en 1890 o la segregación a los negros en 1978) sin consultar a sus fieles y obligando a ellos a acatar éstas.

Ocho días después del entierro de Hinckley el quórum ratificó que el más viejo de sus doce apóstoles debería ser el XVI Presidente de su Iglesia: Thomas S. Monson. El hoy tiene 80 años, aunque desde que tenía 36 años ha estado en el quórum de los doce apóstoles. El fue el número dos de Hinckley. Todo ello garantiza continuidad. Monson, al igual que sus dos predecesores, es amigo de los republicanos. El fue nominado por Reagan para ser parte de un Panel de religiosos que le asesoraban.

Bajo su conducción él tratará de tender puentes hacia otras congregaciones, siguiendo creando misiones de caridad en común y buscando ir doblegando vetos, como el que Romney tuvo, para que un mormón llegue a la Casa Blanca. Hará todo ello, además, para buscar dar un perfil a su iglesia que le permita competir contra los adventistas y pentecostales cuyo ascenso les estaría superando.

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